¿Por qué plantar árboles?
Los árboles son imprescindibles para la vida en la Tierra. Además de proporcionarnos infinidad de productos (madera, alimentos, medicinas, etc.), los bosques son claves para la regulación del clima a nivel mundial; albergan numerosas especies de flora y fauna, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad; actúan como almacenes de carbono, controlando así el efecto invernadero; retienen los suelos y, por tanto, disminuyen la erosión y la desertificación; favorecen la fertilidad agrícola y regulan el ciclo hidrológico, entre otros beneficios.
Los bosques son además lugares para el ocio, la creación artística o, simplemente, el disfrute de su belleza y constituyen todo un símbolo para la mayoría de tradiciones, culturas y religiones, sin olvidar que más de mil millones de personas viven gracias a los ingresos generados por los ecosistemas boscosos.
¿Cómo plantar un árbol?
Consideraciones previas antes de plantar un árbol
1. ¿QUÉ PLANTAR / SEMBRAR?
A la hora de plantar un árbol en el medio natural es muy importante elegir especies autóctonas, similares a las que crecen de manera espontánea en el lugar elegido, ya que estarán perfectamente adaptadas al clima, suelo, latitud, altitud y orografía de la zona y se evitará además la proliferación de especies exóticas.
Para ello, lo más acertado es recoger SEMILLAS de los árboles del entorno más próximo al lugar de plantación y sembrarlas directamente o bien hacerlas germinar en un semillero y posteriormente plantar los arbolillos obtenidos.
También puede optarse por el empleo de ESTAQUILLAS, que ofrece mejores resultados que la siembra en algunas especies. El estaquillado es un método de reproducción vegetativa que consiste en obtener ejemplares nuevos empleando brotes del año que, al ser plantados, generan raíces a partir de las yemas. Entre las especies que mejor responden a esta técnica se encuentran algunos arbustos de hoja perenne como tomillo, romero o lavanda y especies caducas de ribera como chopo, sauce o aliso.
En cuanto a los PLANTONES, pueden obtenerse a partir de semillas o bien adquirirse en un vivero. En este caso hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de plantones con requerimientos específicos:
· A raíz desnuda: Se trata de ejemplares de especies de hoja caduca en estado de latencia (en parada vegetativa). Se aconseja que las raices no pasen mucho tiempo en contacto con el aire y remojarlas un poco antes de la plantación.
· Con cepellón: Son plantones de especies de hoja caduca o perenne cuyas raíces aparecen envueltas en tierra por lo que, en principio, es más fácil que el plantón se adapte al nuevo medio.
· En maceta: Son arbolillos de especies de hoja perenne que en el vivero han sido transplantados a macetas por lo que no requieren de plantación inmediata. Por lo general se trata de especies de jardín, no adecuadas para su plantación en el medio natural.
Árboles singulares
Se consideran árboles singulares aquellos que destacan por su tamaño, edad, belleza, situación, rareza, historia, valor cultural o cualquier otra circunstancia que los haga peculiares. Se trata, por tanto, de monumentos vivos que es necesario proteger con especial atención.
En los últimos años, las diferentes administraciones han empezado a mostrar interés por catalogar y proteger estos árboles habiéndose evitado la desaparición de muchos de ellos. Sin embargo, existe un notable número que no han sido catalogados y, por lo tanto, protegidos pero que son de enorme interés para la localidad o comarca en la que se encuentran. De manera frecuente se trata de ejemplares susceptibles de ser atacados por alguna plaga debido a su edad avanzada o que viven bajo la amenaza de ser talados, bien por desconocimiento, o debido a la presión urbanística y al desarrollo mal entendido.
Una labor fundamental de todo pastor de árboles será la vigilancia de estos ejemplares para contribuir a su conservación. Entre las acciones a llevar a cabo se encuentran la de informar a las autoridades competentes de la detección de enfermedades que pueden afectar a su supervivencia, la denuncia de posibles amenazas o la solicitud de su inclusión en el Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad Autónoma en la que se encuentren.
¿Y las fotos?
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